25 jul 2010

"La División Azul: El cuerpo de voluntarios que Franco reclutó para Hitler"

La "250 einheit spanischer freiwilliger" del Ejército alemán fue la división de voluntarios españoles que luchó en territorio de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) durante el trienio 1941-43, en la II Guerra Mundial.
Apenas dos años después de acabada la guerra civil española, desencadenada a causa del golpe de Estado de 1936, el dictador Francisco Franco Bahamonde accedió a los deseos del pro nazi Serrano Súñer, entonces ministro de Exteriores del régimen, y se creó un cuerpo de voluntarios para apoyar la invasión de la URSS.
La división de voluntarios permitió que España no entrara oficialmente en la guerra y, a la par, sirvió para que Franco pagara con hombres parte de la deuda que había contraído con el Gobierno de Adolf Hitler, que apoyó económica, material y militarmente (por ejemplo, con los pilotos y aviones de la Legión Cóndor) al ejército golpista que derrotó al de la II República Española.
El 50 % de los 45.000 oficiales y soldados que llegaron a combatir enrolados en la 250ª división de la Wehrmacht eran militares de carrera, muchos de ellos falangistas que habían luchado en la guerra civil, y Muñoz Grandes fue el general designado por Franco para dirigir el contingente, si bien posteriormente fue sustituido por el general Esteban Infante.
Los voluntarios partían desde Madrid con el uniforme del Ejército español o de las milicias de la Falange Española, pero ya en Alemania y antes de ser transportados al frente eran obligados a vestir el de la Wehrmacht. Con motivo de la llegada de la primera remesa (julio de 1941), los falangistas se negaron a desprenderse de la camisa azul que llevaban, por lo que a partir de entonces los alemanes empezaron a llamar al contingente "blaue division", denominación que acabó por convertirse en la más habitual y conocida, hasta el extremo de que se convirtió en el nombre oficial.
El primer tren de voluntarios partió de Madrid el 13 de julio de 1941. Los soldados españoles --tuvieran o no experiencia militar-- eran enviados al campamento de Grafenwöhr, en Baviera, donde durante un mes eran instruidos por la Wehrmacht, tanto en aspectos formales como para que conocieran las armas y materiales que les suministraba el III Reich.
Juramento de lealtad a Hitler
El 20 de agosto de 1941 los primeros españoles ataviados como miembros del Ejército alemán prestaron el juramento de lealtad al Führer, si bien el texto fue modificado para que ante todo mencionara la lucha contra el comunismo. La División Azul fue transportada en tren hasta Suwalki (Polonia) y desde allí, caminando, los soldados se incorporaron al frente norte de la URSS, integrándose en el 38º cuerpo de Ejército alemán que se desplegó para poner sitio a Leningrado (antes Petrogrado y hoy, San Petersburgo).
Pero la presencia de españoles en la Wehrmacht no acabó cuando fue disuelta la División Azul. En torno a 2.500 de los 17.000 hombres que estaban en el frente en 1943 renunciaron a regresar a España y la mayoría de ellos se incorporaron a la llamada Legión Azul, integrada en la 121ª división de infantería del ejército alemán.
A mayores, en torno a 2.000 españoles --todos falangistas, requetés u otros derechistas de ideología nazi-- viajaron a Alemania, muchos de ellos clandestinamente, durante el bienio 1943-44 para luchar por el III Reich, destacando la presencia de españoles en unidades de las Waffen-SS.
Cuando ya había indicios claros de que Hitler perdería la guerra, Franco ordenó a los miembros de la Legión Azul que regresaran a España, siendo repatriados en marzo de 1944. Aún así, todavía hubo quienes se negaron a ello y en su mayoría fueron agrupados en la 3ª división de montaña de la Wehrmacht; otros permanecieron adscritos a la 121ª división, trasladada a los Balcanes, y varias decenas fueron incorporados al regimiento de los Brandenburgueses que operó en los Países Bálticos y Polonia.
También hubo españoles en la 28ª división de granaderos voluntarios valones (belgas francófonos), que combatió en Pomerania, y en la 11ª división de granaderos SS Nordland, que luchó hasta el último día de guerra en Berlín y cuyo comandante era el español Miguel Ezquerra.
La Escuadrilla Azul
También hubo aviadores voluntarios, que formaron la Escuadrilla Azul, integrada en el 27º grupo de cazas de la Luftwaffe, comandada por el legendario mariscal Von Richthoffen, que había sido el jefe de la Legíon Cóndor que el III Reich envió a la Península en 1937 para ayudar a las tropas franquistas. Los miembros de la Escuadrilla Azul abatieron 156 aviones soviéticos pilotando cazas BF 109 y FW 190, sufrió 19 muertos o desaparecidos en combate, cinco heridos y un prisionero.
En total, cerca de 48.000 españoles lucharon con el régimen nazi, de los que entre 4.400 y 5.200 perecieron, más de 8.000 resultaron heridos graves o muy graves, hubo varios cientos de desaparecidos y al menos 372 --que se sepa-- fueron hechos prisioneros por las tropas soviéticas; de los que 218 lograron sobrevivir al encarcelamiento y a los trabajos forzados, y regresaron a España en 1954, a bordo del Semíramis.
Este libro relata de forma detallada esos y otros avatares, además de contener numerosas imágenes, algunas inéditas hasta ahora.
Edita CREACIONES VINCENT GABRIELLE
OTROS LIBROS sobre la División Azul:
* Leningrado 1941-1944: La División Azul en combate, Francisco Martínez Canales, Editorial Almena (2009);
* Morir en Rusia: La División Azul en la Batalla de Krasny Bor, Carlos Caballero Jurado, Revista Española de Historia Militar (2004);
* La División Azul, Gustavo Morales y Luis Togores, Editorial Rizzoli, Madrid (2008);
* La división española de Hitler, G.R. Kleinfeld y L.A. Tambs, Editorial San Martín, Madrid (1983);
* La División Azul, voluntarios españoles en Alemania, Scurr y Hook, Ediciones del Prado, Madrid (1994);
* Galubaia Divisia. Crónica de la División Azul, Antonio María García, Fondo de Estudios Sociales, Madrid (2001), y
* Regalía del III Reich, Jorge González Crespo, Editorial San Martín, Madrid (1995).

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