29 jun 2007

"El hombre que liberó París"

Cuando a finales de marzo de 1939 partió el último barco, el Stanbrook, del muelle de Alicante, cargado con dos mil trescientos cincuenta republicanos, dos meses después de que hubiera comenzado el éxodo por tierra hacia la frontera francesa, muchos pensaron que habían dejado atrás la adversidad y la guerra.
Sin embargo, el recibimiento, tanto en las colonias francesas como en la propia Francia, no fue todo lo bueno que se esperaba, y numerosos españoles tuvieron que alistarse en el Ejército francés para escapar de la humillación y la pobreza, siempre en pos del ideal de ver un día liberada a España.
De todos los que se enrolaron en el Ejército francés en la antesala de la II Guerra Mundial, muchos de los cuales combatieron posteriormente en la vanguardia del frente aliado, la página más gloriosa fue escrita por los tres mil españoles de la División del general Leclerc, y más concretamente por los integrantes de La Nueve, una de sus compañías, que tuvo un papel protagonista en la liberación de París, llegando al ayuntamiento de la ciudad, con sus semiorugas, un día antes que el propio Leclerc y dos antes que De Gaulle, para poner rúbrica española al prólogo de la victoria de los aliados sobre el fascismo.
El periodista, novelista e historiador Rafael Torres, autor de una imprescindible heptalogía sobre la Guerra Civil, dibuja con trazo magistral la apasionante vida de estos últimos héroes anónimos, centrándose sobre todo en Amado Granell, el teniente de la compañía, que sobrevivió a tres guerras combatiendo en primera línea, y cuya luz fue apagándose progresivamente, primero a manos de los propios franceses, que hicieron lo posible por echar tierra sobre su gesta, y luego, ya en la España que no era la que él anhelaba, por un cúmulo de fatigas y desengaños que revelaron las debilidades y contradicciones que parecen ser consustánciales a todo gran personaje histórico.
Edita TEMAS DE HOY

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